La leyenda cuenta que contemplando un pequeño nido, se sintió conmovida por esa imagen, rogando ser madre al igual que esa criaturas.
La figura de Santa Ana nos habla de esa conexión instintiva con la naturaleza, el cuidado amoroso de una Madre y su dedicación a los frutos en forma de vid. El deseo profundo de un futuro fértil para generaciones venideras.
Porque lo retro siempre, siempre, acaba volviendo. Se trata de elaborar de manera tradicional, como marcan los cánones.
Santa Ana son vinos creados para los amantes de los castizo, del todo tiempo pasado fue mejor. Son variedades españolas sin tapujos, sin miedo a nada. Nada que esconder, mucho que enseñar.
Nuestro origen es España, una tierra de histórica tradición vinícola. Desde la época romana esta región respira vino, inhala tradición, vive por y para la viña.
Santa Ana representa nuestro fiel conocimiento del terreno, de la viticultura más extrema y delicada. En Santa Ana se funden pasión y dedicación milimétrica para entender cada parcela, cada viña. Aquí las diferentes variedades con las que trabajamos son escuchadas antes de tomar decisiones.